martes, 29 de marzo de 2016

CICLO FRANKENSTEIN. “El doctor Frankenstein” (1.931) Por Anthony Vulcano

CICLO FRANKENSTEIN. “El doctor Frankenstein” (1.931)


Por Anthony Vulcano.
Bien, ya estamos inmersos en plena época de la Universal, la productora que sembró ya para todo el futuro las bases de los monstruos que a raíz de ello se dieron en llamar “clásicos”.
Repito que no he leído la novela de la Shelley y por lo tanto no puedo opinar sobre fidelidad o no a ella, con lo cual, me viene mejor, pues solo hay que atenerse a la película.
La película de James Whale es una auténtica maravilla, así, con todas las letras. Una película seminal, que marcaría para siempre los derroteros de uno de los mitos del terror.
Tiene un prólogo en el cual un presentador advierte al público de que el propio productor, Carl Laemmle, quiere avisar de que lo que van a ver es la historia de un hombre que quiso crear “un hombre, a su imagen y semejanza, sin contar con Dios”…, y que puede ser terrorífico, espantoso de ver (con lo cual me gustaría ver a los espectadores de la época, poco habituados a horrores filmados, tras esta advertencia), pero en dicho prólogo se cuela una frase, en la que está la clave de la película, “…es una de las historias más inquietantes jamás contadas, pues plantea los dos grandes misterios de la creación, la Vida, y la Muerte…”
Colin Clive está estupendo en su papel de doctor Frankenstein, le vemos poseído por el ansia de llevar a cabo su experimento, y en ciertas ocasiones roza la locura, pero sin llegar a la chabacanería en dicha interpretación. El resto del reparto también está muy bien, Mae Clarke, Dwight Frye como Fritz, etc. , y no podemos obviar a la composición de la criatura por parte de Boris Karloff, eso sí, con la inestimable ayuda del gran maquillador Jack Pierce. De todo ello, sumado a la elegante forma de narrar el argumento, llegamos a la conclusión de que James Whale no era un “artesano” más, sino alguien preocupado en contar “algo más” que una mera historia fantástica. Y también llama la atención la técnica, con esos planos en la mansión del pueblo, atravesando habitaciones con la cámara siguiendo los movimientos…
Unos decorados fascinantes, ese torreón en lo alto de un picacho, con esas paredes un tanto deformadas, que nos recuerdan en cierto modo al expresionismo alemán, o esas imágenes en exteriores tan tétricas, tanto la “cacería” final como el mismísimo inicio, con el Dr. y su sirviente Fritz esperando para desenterrar a un finado…
Y lo más importante, la criminalización inmediata del “monstruo”, cuando, a pesar de, por error, llevar el cerebro de un criminal, (hecho que convencerá a Frankenstein de acabar con su existencia) vemos que no sabe hacia dónde tirar, la mítica escena de la niña y el lago así nos lo deja claro; la posterior llegada al pueblo del padre con la niña en brazos, su persecución por la horda y la escena final en el molino… Imprescindible a todos los niveles. Ah, y todo un ejemplo de concisión narrativa: 70 minutos nos sobran para que nos cuenten perfectamente la historia.




Vaya, no se sabía quién hizo de Monstruo…




Escenarios realmente inquietantes…





El doctor, eufórico con su experimento…





Escenarios fascinantes, ciertamente “expresionistas”…






Primera aparición del monstruo, imagen para la posteridad…





Y la recordada escena del lago…



lunes, 28 de marzo de 2016

CICLO FRANKENSTEIN. Por Anthony Vulcano.

CICLO FRANKENSTEIN.
 Por Anthony Vulcano.


  Tan solo la visión de varias fotografías de la saga de la productora Universal sobre la famosa criatura ideada por Mary Shelley, con ese encanto innegable de la época, y que me retrotrae a aquella infancia en la que tanto disfruté (y miedo que pasé) con los mitos del terror (y que me convirtieron en un “fan” irredento del género), me han movido a repasar, en principio, dichos títulos clásicos, porque abarcar todo lo que se ha hecho sobre la figura de Frankenstein podría alargarse bastante y a la postre incluso resultar cansino. 
       Así pues, no me planteo límites; pensaba centrarme en  los títulos de la Universal y algún “anexo” más relacionado con ello, porque creo que el Frankenstein británico, de la Hammer y Cushing merece un “ciclo” aparte. Pero bueno, según me encuentre iré repasando cosillas…
      Señalar que no he leído la novela, lo cual puede ser incluso positivo, pues no buscaré pegas al respecto, como sí me pasa con la figura de Drácula, sobre la cual no recuerdo haber encontrado una fiel adaptación. 
       Pero antes de empezar con Karloff, Clive, Whale y compañía, me he puesto una cosa muy curiosa que tenía guardada en espera del momento adecuado, que no ha sido otro que éste.
Sí, habéis leído bien, 1.910. Hace 105 años. 



Una primigenia adaptación, donde lo primero que destaca es que está producida por ¡Edison!, sí, si, Thomas Alva Edison nada menos. 
Bueno, decir que en 12 minutos tampoco se puede desarrollar mucho una historia, pero bueno, lo suficiente para presentarnos al Dr., su experimento, la creación de la criatura, el temor que le causa posteriormente, la irrupción en casa de su novia y la posterior desaparición del monstruo, de un modo ciertamente curioso. Pero para curiosa, la creación: nada de torres, electricidad y rayos: un caldero hirviendo, unos sobrecicos de polvos y de allí va emergiendo la criatura, el cuerpo, le van saliendo los brazos, etc. Precisamente para comer me había hecho yo unos fideos chinos y digo, ¡mira,este también hace el Yakisoba!...
En fin, documento histórico, muy curioso pero con el valor que conlleva por ello mismo. 

Echando el curry al caldero…


…y el monstruo va surgiendo del cocido


El monstruo, poco antes de desaparecer…







martes, 8 de marzo de 2016

Barrabás 1961



Barrabás 1961.

Superproducción sobre la historia bíblica de Barrabás, independentista judío que fue indultado por Poncio Pilatos en lugar de Jesucristo. Su libertad significó, pues, la crucifixión del nazareno, hecho que lo atormentó durante el resto de su agitada vida.

Ficha técnica.

Título Barrabás
Ficha técnica
Dirección
Richard Fleischer
Producción Dino De Laurentiis
Luigi Luraschi
Guion Christopher Fry. Basado en la novela de Pär Lagerkvist.
Otros: Nigel Balchin
Diego Fabbri
Ivo Perilli
Música Mario Nascimbene
Fotografía Aldo Tonti
Montaje Alberto Gallitti
Raymond Poulton
Protagonistas Anthony Quinn
Silvana Mangano
Katy Jurado
Arthur Kennedy
Harry Andrews
Ernest Borgnine
Vittorio Gassman
Jack Palance